Cómo "venderte" eficazmente

Hace poco fui a una ponencia donde explicaban cómo hacer un CV y prepararse para hacer una buena entrevista de trabajo. Mientras escuchaba al ponente me llegó el pensamiento de que cuando buscas trabajo eres como un producto que busca ser comprado, para lograrlo necesitas un plan estratégico.

Esto es así porque desde el momento en que piensas en buscar trabajo lo primero que haces es actualizar tu CV intentando sintetizar en una sola hoja (ojo: no más de una hoja que no hay tiempo para leer más) tu perfil profesional, haciendo énfasis en lo que consideras más valorable de ti, por ejemplo: si no tienes mucha experiencia laboral pero sí una buena formación académica recomendaba empezar por esa parte, organizándolo de una manera cronológica e indicando el nombre del centro donde has realizado los estudios y los años invertidos. Por el contrario, si la fuerza de tu perfil está en tu experiencia profesional lo más recomendable es que inicies por esa parte incluyendo en orden cronológico también el nombre y sector de la empresa, fecha de inicio y final, título del puesto de trabajo y una breve descripción de las funciones más relevantes que hacías.

Es importante que incluyas solo los conocimientos que tienes a partir de un nivel medio o alto, ya que cuando los reclutadores buscan a alguien que hable inglés nunca buscarán a alguien que hable un nivel básico o a un usuario básico de Photoshop, por lo tanto, incluye solo los conocimientos a partir de un nivel medio-alto.

Asimismo los cursos de menos de 50 horas no son considerados relevantes, así que, intenta incluir los de más de 50 horas a no ser que el curso sea un plus para el puesto de trabajo que intentas obtener.

Uno de los modelos de CV que recomendaba el ponente era el siguiente:

Datos personales: edad, domicilio, contacto.

Formación académica: licenciatura en…, años invertidos, universidad, especialidad.

Formación complementaria: MBA, máster, experto, doctorado, etc. Formación específica: idiomas, informática, programas de diseño, etc.

Experiencia profesional: empresa, sector de la empresa, puesto de trabajo, personal a cargo, funciones.

Datos especiales: abierto a trabajar en el extranjero, premio x, etc. (Incluye este apartado solo si lo consideras importante para el puesto que quieres).

El CV es como el brief que se elabora a la hora de desarrollar una campaña publicitaria, debe ser claro, conciso, dando prioridad a los datos más importantes y sobre todo debe ser cierto (no se debe mentir en la información que estás cediendo). Cabe destacar la importancia de incluir una foto a color, que exprese que eres la persona que buscan (sin sobrepasar los límites de la prudencia). Recuerda que esa hoja que representa tu perfil profesional tiene el objetivo de despertar el interés del reclutador por conocer más de ti en una entrevista personal.

Hay que añadir la importancia de incluir una carta de presentación que acompañe al CV, ya que esta proporciona al lector una visión de quién eres profesionalmente. En la carta de presentación es donde daremos una breve reseña de lo que consideras más importante, qué le puedes aportar a la empresa y por qué consideras que eres el candidato ideal para el puesto. (Cuál es tu ventaja competitiva?)

Luego de que el reclutador tiene tu CV en la mano hemos logrado lo principal, llegar al consumidor, ahora viene la parte más importante, despertar su interés para que te llame. El momento de la entrevista es el momento clave, cuando debes exprimir al máximo tu potencial, en unos pocos minutos debes convencerlo de que eres la mejor opción para el puesto de trabajo que quieres, recuerda que además de tí entrevistarán a más personas que tienen igual o mejor perfil profesional que el tuyo, por eso, en ese momento es donde debes aprender a comunicar con gestos y palabras quién eres y por qué eres la mejor opción.

Dicen que para que te quieran debes empezar por quererte a ti mismo, pues para que te conozcan debes de conocerte primero tú, empieza por hacerte un autoanálisis: ¿Quién soy? ¿Cuáles cualidades tengo? ¿Cuáles defectos o limitaciones tengo? ¿Estoy trabajando para mejorar mis defectos? ¿De dónde vengo? ¿Hacia dónde voy? Etc. Mírate al espejo y habla contigo mismo sobre quién eres, convéncete de que lo eres.

A través del ejercicio del auto retrato ganarás confianza a la hora de responder a las preguntas que suelen hacer en una entrevista, recuerda siempre que si tú sabes y estás seguro de quién eres ya estas a un solo paso de poder comunicarlo coherentemente.

A la hora de responder a las preguntas debes cuidar qué dices y cómo lo dices, el tono de voz debe ser ni muy alto ni muy bajo, encuentra el punto medio y recuerda variarlo dependiendo de la importancia de lo que estés hablando para transmitir las emociones que quieres, por ejemplo: ME GUSTA TRABAJAR EN EQUIPO… SOY UNA PERSONA RESOLUTIVA… Debes crear una relación con el entrevistador, mirándolo a la cara, postura erguida, sonreír de vez en cuando.

Las preguntas temidas: defectos y limitaciones?

A nadie le gusta hablar de sus defectos y limitaciones pero no es secreto que lo normal es que esta pregunta siempre la hagan en una entrevista, para este caso el ponente recomendaba decir una limitación acompañada de una afirmación, por ejemplo:

 -Tengo problemas con las tablas dinámicas de Excel pero estoy tan interesada en aprender que me he inscrito en un curso intensivo para aprender a manejarme mejor con ellas.

 -Soy muy impaciente en cuanto a obtener resultados pero estoy trabajando en ello porque he aprendido que los mejores resultados se obtienen a partir del esfuerzo y paciencia que ponemos en lo que hacemos.

 El perfil básico que las empresas buscan es una persona con capacidad de aprender y de adaptarse a los cambios y entre lo que el definía como las 6 competencias más valiosas en un candidato destacaba:

-Trabajo en equipo - Comunicación - Orientación al cliente - Orientación a resultados - Compromiso y responsabilidad - Capacidad de adaptación y flexibilidad.

Cuando el consumidor tiene su primera experiencia con un producto tomará la decisión de seguir consumiéndolo en base a muchos factores entre estos destaco: empatizó con el producto, el producto es asequible para él, no le produjo ninguna sensación, le gustó pero le gusta más otro, etc.

En conclusión, lo más importante al finalizar una entrevista es que te sientas satisfecho de haberlo dado todo, de haber expresado claramente quién eres, para de ese modo, ponerle más fácil al entrevistador la tarea de evaluarte, ya que la decisión final dependerá de un sin número de factores que muchas veces no podemos controlar.

Espero que esta nota pueda servirles de ayuda y que sobre todo recuerden la importancia de conocernos a nosotros mismos porque tu realidad solo la sabes tú y si ya lo tienes claro estarás listo para comunicarlo al mundo eficazmente.